Entre las empresas y los trabajadores se establece lo que se conoce como una relación laboral: un trabajador se compromete a prestar sus servicios para una empresa, a cambio de una retribución económica por parte de esta. La vinculación entre ambas partes está regulada en los contratos de trabajo.
Qué es un contrato de trabajo
En esencia, un contrato de trabajo (o contrato laboral) es un documento que recoge todos los términos y condiciones que vinculan a la empresa (empleador) y al trabajador (empleado).
El empleado ha de ser una persona física mayor de 18 años; en su defecto, se contempla a los menores de 18 años emancipados legalmente, o aquellos cuya edad esté comprendida entre los 16 y los 18 años con la autorización expresa de sus padres o tutores; el empleador, por su parte, puede ser una persona física o una entidad jurídica.
Características de un contrato laboral
- Ajenidad: el resultado del trabajo pertenecerá a la empresa, no al empleado; por su parte, el trabajador quedará fuera de los resultados económicos, y exento de los riesgos que asuma la dirección de la empresa.
- Dependencia: el empleado se subordinará a quienes ostenten una posición de mando sobre él, se someterá al horario establecido y a las normas de disciplina de la empresa. y asumirá que el empleador haga un seguimiento de su desempeño.
- Retribución: la validez de un contrato de trabajo está supeditada a que exista una contraprestación salarial.
- Carácter personal: la sustitución del trabajador no se admitirá como contraparte de un mismo contrato.
Derechos y obligaciones del empleado y la empresa
Un contrato laboral dispone una serie de deberes para el trabajador, normalmente propios del puesto de trabajo para el que ha sido contratado, así como los que se desprendan de las normas internas de la organización. El empleado también se compromete a cumplir con las medidas de higiene y seguridad que adopte la empresa, y acatar las órdenes que reciba por parte del empleador.
En consecuencia, el trabajador adquiere el derecho a ser pagado por su trabajo, además de la ocupación efectiva durante la jornada, a ser promovido y formado internamente, a no ser discriminado por razón alguna, y a preservar su intimidad e integridad física.
Por su parte, el empleador adquiere obligaciones con el trabajador y con sus representantes legales, así como con el Servicio Público de Empleo, mayormente a efectos de notificación de los contratos de trabajo y sus condiciones.
Relaciones laborales y mercantiles
La celebración de un contrato laboral vincula a la empresa a cumplir con unas obligaciones económicas que van más allá de cubrir el sueldo del trabajador: tiene que pagar su cotización a la Seguridad Social, así como sus vacaciones e indemnizaciones por despido, entre otras cantidades. Desde el punto de vista de la empresa, contratar a un trabajador supone un importante desembolso económico.
Por el contrario, en una relación mercantil la retribución se limita a los servicios prestados, ni más ni menos: para que esto sea posible, el trabajador debe darse de alta como autónomo y emitir facturas a la empresa por el coste de sus servicios, así como hacerse cargo del resto de sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social.
Conviene recordar que los profesionales autónomos pueden rechazar encargos, utilizar sus propios medios, organizarse a su entera discreción y gozar de libertad horaria; además, están exentos de conceder su disponibilidad de forma exclusiva a cualquiera de sus clientes.
La polémica de los «falsos autónomos»
Estos casos han surgido recientemente a raíz de que ciertas empresas, para ahorrar en costes de personal, hayan disfrazado la relación laboral con sus trabajadores bajo la apariencia de una relación mercantil. Estas prácticas son objeto de cuantiosas sanciones por parte del Ministerio de Trabajo, porque suponen un fraude a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria.
Tipos de contrato de trabajo en España
Contrato de duración indefinida
Un contrato de duración indefinida (o, simplemente, contrato indefinido) se caracteriza porque no limita en el tiempo la prestación de los servicios del trabajador: dicho contrato se puede aplicar a jornadas completas o parciales, así como para servicios fijos no continuados.
Estos contratos pueden celebrarse tanto verbalmente como por escrito, pero en cualquier momento ambas partes tienen derecho a solicitar la redacción del mismo.
Contrato de duración determinada
Un contrato de duración determinada (o, simplemente, contrato temporal) se diferencia del indefinido en que se fija la duración en el tiempo de la prestación de los servicios del trabajador: tampoco se puede aplicar a los servicios fijos no continuados.
Se deben celebrar por escrito, aunque se permite la celebración verbal de estos contratos siempre y cuando se apliquen a una jornada completa, respondan a circunstancias eventuales de la producción, y la duración de lo servicio sea inferior a cuatro semanas.
Contrato para la formación y aprendizaje
Un contrato para la formación y el aprendizaje está pensado para promover la formación de trabajadores jóvenes y facilitarles su inserción laboral.
Esta modalidad prevé un escenario en el que el empleado trabaja y estudia a la vez, es decir, que alterna un empleo remunerado en una empresa con una actividad de formación homologada.
Contrato en prácticas
Un contrato de trabajo en prácticas pretende dotar al trabajador de una experiencia profesional acorde con su nivel de estudios, a la vez que complementa dichos estudios.
Normalmente, estos contratos son celebrados entre empresas y estudiantes universitarios o de formación profesional, al amparo de un marco de concierto entre las instituciones educativas y las propias empresas: de este modo, un alumno de último curso finaliza sus estudios homologados realizando unas prácticas en una empresa.
Contrato de los pescadores
Un contrato de los pescadores es una modalidad particular de contrato de trabajo destinada al sector pesquero, y surge a raíz del Real Decreto 618/2020, de 30 de junio: en él, se recogen varias disposiciones que implican una mejora de las condiciones de trabajo de los pescadores, tales como contratación, horario, alojamiento, alimentación, repatriación, protección de salud y atención médica.
TRADE
El régimen de los trabajadores autónomos económicamente dependientes se aplica a aquellos autónomos que se vinculen laboralmente (y no mediante un contrato mercantil) a una empresa, siempre y cuando el 75% de los ingresos anuales que perciba el autónomo, como mínimo, provengan de esta. A cambio de aportar sus propios medios y aceptar la disciplina general del resto de trabajadores, la empresa se compromete a garantizar un volumen de facturación a convenir con el trabajador autónomo.
Qué datos se incluyen en un contrato de trabajo
- Identificación de la empresa y del trabajador, constando de razón social, nombre, apellidos, y DNI / NIF.
- Fecha de inicio de la relación laboral.
- Fecha de finalización de los servicios prestados (en el caso de los contratos temporales).
- Domicilio social de la empresa, y dirección del centro de trabajo.
- Descripción resumida del puesto de trabajo, incluyendo la categoría y el grupo profesional.
- Identificación del convenio colectivo de aplicación.
- Detalle de la retribución salarial que percibirá el trabajador: salario base, complementos y periodicidad de pago.
- Distribución y duración de la jornada ordinaria de trabajo.
- Duración de las vacaciones y su modalidad de atribución (días laborables o naturales).
- Información sobre el establecimiento de los plazos de preaviso en caso de extinción del contrato.
Cuánto cuesta contratar en España
Hace poco hice este vídeo donde te explico todo con detalle y varias nóminas de ejemplo. Cuánto te costaría alguien a jornada completa, a media jornada, con salario mínimo, salario de 1200 euros al mes y un salario más alto de 2000 al mes.