Durante el proceso de creación de tu empresa, quiero incidir en un punto en el que los autónomos, normalmente, no se suelen detener: el registro de tu propia marca. A los trabajadores autónomos les basta con usar su nombre y apellidos como razón social y fiscal, pero en el momento en el que desees utilizar un nombre comercial distinto, tendrás que conocer tanto el procedimiento como las restricciones existentes… así como los beneficios de registrarla.

Por qué registrar una marca
Es muy probable que otros emprendedores o empresarios que estén en tu misma situación ya hayan barajado algunos de los nombres comerciales que se te han ido ocurriendo: si no registras tu marca, no ostentarás la titularidad sobre ella, lo que significa que otros pueden ser más rápidos, realizar el registro y obligarte a «tachar» esa opción de tu lista.
Y lo más importante, si registras tu marca, obtendrás protección jurídica sobre su uso por parte de terceros: nadie más podrá adueñarse de tu denominación para sus empresas, productos o servicios. Y, como titular de la marca, tienes derecho a conceder licencias de uso o a transferirla, con el consiguiente beneficio económico que te reportará.
Después hay más beneficios como el impacto de la marca, marketing, seriedad… y también puede haber problemas más serios, te pongo un ejemplo práctico:
Imagina que estás trabajando en un proyecto un tiempo y consigues tus primeros clientes, otra empresa registra tu marca y crea una actividad con el mismo nombre. Podría pedirte que dejes de usar tu marca y todo el trabajo de marketing que has hecho lo perderías e iría a tu competidor.
Por tanto, si montas un negocio serio registra tu marca.
Cómo se registra una marca
Antes de empezar, vamos a ver qué opinan de ellos en Google…

Ahora bien, vamos a ver cómo hacerlo 🙂
El trámite de registro de marca puedes realizarlo telemáticamente, o de forma presencial si no hubiese pandemia, en la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas). Antes de comenzar, debes cerciorarte de que no hayan sido registradas previamente otras marcas o nombres comerciales iguales o muy similares al que hayas elegido, porque esto podría hacer que te denieguen la solicitud: para ello, consulta primero las marcas registradas existentes en la página web de la OEPM o la EUIPO (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea).
El registro se realiza rellenando un formulario de solicitud que, como te decía, puedes presentarlo online o en la misma oficina de patentes y marcas. Por cierto: si tienes un logotipo diseñado para acompañar a tu marca, este es el momento para adjuntarlo.
Una vez completado el registro, se te entregará un resguardo con un identificador de solicitud: la oficina de patentes validará que tu marca sea única y cumpla con la normativa durante los (aproximadamente) 30 días siguientes a la fecha de tu solicitud.
A continuación, se incorporará tu marca en el BOPI (Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual) y permanecerá allí durante dos meses: durante ese periodo, se abre la posibilidad de que algún tercero pueda oponerse al registro de tu marca por considerar que ya ostenta la titularidad sobre una marca similar… así que te tocará presentar una alegación para defender tu solicitud. Análogamente, este proceso también puedes iniciarlo tú, una vez que tu marca ya esté registrada (de ahí lo de la protección jurídica).
Una vez que termine este proceso, la oficina de patentes expedirá un título que certificará que la marca es de tu propiedad, y tendrá una validez de 10 años.

Cuánto cuesta registrar una marca
Durante el proceso, deberás abonar las tasas fijadas por la normativa vigente (la Ley de Presupuestos Generales del Estado), cuyas cuantías están recogidas en esta sección de la web de la OEPM.

Concretamente, registrar una marca o nombre comercial por primera vez cuesta aproximadamente 144€, con un descuento de un 15% si la solicitud se realiza por la sede electrónica de la OEPM. El registro de marcas sucesivas tiene un precio que gira en torno a los 93€.
Importante: Si te lo registra una gestoría o abogados el precio sube lógicamente por el servicio. Y si la registras a nivel europeo o internacional sube más aún. Pero este es el precio por lo básico, como un coche sin extras.
Finalmente, para mantener los derechos de propiedad sobre tu marca, tendrás que estar pendiente de realizar el trámite de renovación cada 10 años, con el pago de sus tasas correspondientes.
Algunos errores frecuentes
Disclaimer: te recomiendo acudir a un especialista -gestor, abogado…- para formalizar el registro de tu marca correctamente. Este post es meramente informativo para que sepas cómo funciona. Zapatero a tus zapatos; dedícate a vender y que el tema legal lo gestione otro 🙂
Marca != Razón Social
A lo mejor no te has dado cuenta, pero el primero de todos estaba camuflado en mi introducción: no es lo mismo «marca» que «razón social». Cuando registras tu empresa, realizas el trámite en el Registro Mercantil para inscribirla como persona jurídica, pero la marca o el nombre comercial se registran en la OEPM. Son trámites distintos que incorporan información a bases de datos distintas.
Solo para España
Asimismo, el ámbito de validez de un registro está delimitado territorialmente: la OEPM solo reconoce la titularidad dentro de España, por lo que si pretendes utilizarlo fuera de nuestras fronteras, el nombre comercial que tengas registrado aquí no te servirá en otros países. Debes iniciar los trámites análogos allí donde desees que tu marca esté presente.
No puedes registrar nombres genéricos
Por otra parte, debes tener en cuenta el campo de especialización de la marca: es frecuente que existan marcas que se llamen igual, pero que designen productos o servicios de distintos sectores de actividad. No es algo malo en sí mismo, pero esta dispersión podría restar impacto a la hora de que el consumidor identifique marca con producto.
Usa siempre el mismo nombre
En cuanto a la elección del nombre, lo ideal es que consigas uniformidad, es decir, que tanto tu empresa como tu marca (y el dominio de tu página web) coincidan: sin esta consistencia, tus nombres perderán fuerza y se dispersarán entre la multitud.
Coger en España no es lo mismo que en Latam. Con las marcas ocurre lo mismo.
Por otra parte, si tu marca va a estar presente en otros países, procura que tanto el nombre comercial como el diseño del logotipo que elijas no sea susceptible de significados alternativos, juegos de palabras o dobles sentidos en el lugar o en el idioma de la región: conseguirás el efecto contrario y el público no te tomará en serio.